¿Te has preguntado alguna vez cómo tus piezas favoritas mantienen su buena forma? Bueno, puedes agradecer algo llamado unión química no tejida para forros es un material construido intencionalmente, hecho de finos hilos de fibra que se unen mediante calor o adhesivo. Esto es diferente a la mayoría de las telas, que están tejidas. Esta es la razón principal por la cual las telas no tejidas son ligeras, fuertes y flexibles, lo cual es muy beneficioso en la confección. Las telas no tejidas se utilizan para dar rigidez y soporte a partes de la ropa, como cuellos, puños, bolsillos y cinturas. Esto ayuda a que esas áreas mantengan su forma, lo que hace que toda la prenda se vea ordenada y presentable.
Forro termoadhesivo: Este tiene un lado que es pegajoso y puede adherirse al tejido con el calor de una plancha. Es muy fácil de usar, y es algo que puedes quitar y volver a poner si es necesario. El forro termoadhesivo está disponible en una variedad de pesos, espesores y colores, y se puede usar con varios tipos de telas, incluyendo algodón, seda, lana y mezclas.
Entretela cosida: Este tipo tiene que ser cosido sobre la tela. Es ideal para telas más pesadas o delicadas que no pueden soportar altas temperaturas del planchado. La entretela cosida es adecuada para reforzar grandes áreas de la ropa, como toda la parte delantera o trasera de una camisa o vestido, y ayuda a asegurar que esas áreas mantengan su forma.
Forro tejido: Este tipo está hecho de un tejido tradicionalmente tejido y tiene una superficie estable y lisa. Es más efectivo para telas que necesitan mantener su forma original, como la lana o el lino, y da a tu ropa un aspecto limpio y pulido.
Identifica las áreas que necesitan soporte: Determina qué necesita más soporte en la prenda. Por ejemplo, un cuello o puño puede requerir un forro más rígido para lucir afilado, mientras que un bolsillo o cinturón puede necesitar algo más suave para mantener las cosas agradables.
Instrucciones de lavado y planchado: Siempre revisa las instrucciones de lavado y planchado del tejido y el forro. Es importante asegurarse de que puedan trabajar juntos sin problemas, como derretirse o encogerse cuando se calientan.
Realiza una muestra de prueba: Antes de unir el forro a toda tu prenda, haz una prueba en un trozo. Querrás ver qué tan bien se adhiere, cómo cae y cómo se siente para asegurarte de que sea la opción correcta para tu proyecto.